De forma general, podemos clasificar como componentes imprescindibles de una piscina: el recinto que forma el vaso, la sala de máquinas, las tuberías y aquellos accesorios que nos permiten disfrutar de este espacio lúdico y de ocio. La piscina puede ubicarse tanto en espacios exteriores como en zonas de interior. El vaso de una piscina debe de ser estanco para que no se produzca ningún tipo de fuga de agua, que por otra parte constituye un recurso natural muy preciado.
Para garantizar que el vaso de la piscina sea estanco deberá construirse de forma adecuada, entre los principales materiales que se emplearán en su construcción destacan los ladrillos, armaduras, hormigón y gresite. La dificultad para conseguir que estos vasos sean impermeables, reside en el hecho de que con el paso del tiempo, es habitual que aparezcan grietas y fisuras, resquicios que servirán para la salida del agua. En estos casos, estaremos hablando de una piscina con fugas de agua, este problema puede surgir como consecuencia del deterioro de algunos materiales como el gresite. En cuanto a las labores de mantenimiento, la capa que está en contacto continuo con el agua será la que requiera más trabajos, con el objetivo de permanecer en buen estado. Por su parte las tuberías son los elementos que permiten trasladar el agua desde el vaso donde se encuentra almacenada hasta la sala de máquinas. Estas tuberías pueden ser rígidas o flexibles, siendo estas últimas más endebles. Por este motivo, son más frecuentes en este tipo de tuberías los problemas ante el deterioro de las mismas.
Desde Grupo Vico queremos resalta la importancia que tiene la sala de máquinas en el funcionamiento de una piscina, es aquí donde ser realiza la limpieza del agua para que esta se encuentre siempre en buenas condiciones. Por un lado, la bomba se encarga de hacer llegar el agua a otros elementos como son: los skimmers, limpiafondos o al sumidero. Precisamente, desde el sumidero, el agua llega a otro elemento esencial de la sala de máquinas: el filtro. En este punto el agua se lava, se enjuaga y, finalmente, se filtra para volver a la piscina en buen estado, a través de las tuberías de enlace.